La improvisación en el aula
Hay situaciones en donde se planifica y se elabora un material, pero lastimosamente se nos hecho a perder en el viaje hacia el establecimiento y nos vemos en una encrucijada de cómo presentar lo que ya estaba planificado, no queda más que improvisar teniendo en cuenta lo siguiente:
1. El dominios y competencias, tener dominio de las actividades, áreas o material que tenemos que usar es primordial si tenemos que improvisar algo rápidamente.
2. Comunicación y reacción cuando tenemos que pasar del plan A al plan B lo mejor es trabajar conjuntamente si nos encontramos con alguien màs o pedir ayuda o consejo en caso de estas solos. En estos casos hay que pensar rápido en una buena improvisación de una actividad extra y poder desarrollar la clase sin incidentes. Además, la capacidad de reacción es importante para poder ofrecer a los niños un plan diferente sin que se note. Por otro lado, preguntar a los niños a veces puede ser solución, ya que su capacidad imaginativa trabaja a mil por hora y cuentas con innumerables ideas que podríamos desarrollar en una situación así.
3. Baúl de ideas y planes B Dispones de material o recursos que se pueden emplear en en caso de emergencia, tener que improvisar, creo que tener un repertorio de alternativas preparadas en estos casos es clave para salir del apuro, desde un simple vídeo a un juego que tengamos en clase. Cuando tengamos que presentar un vídeo y si no hay energía, es aconsejable tener el material impreso, aquí entra en juego la planificación en realidad, pero en caso de no haber previsto ciertos aspectos siempre es bueno dispones de otro material que podamos emplear en esas condiciones.
En mi opinión, la imprevisión no es mala siempre y y cuando sepamos có actuar y no convertirlo en una costumbre si no todo lo contrario. Personalmente prefiero no tener que improvisar, pero estas tres maneras que se pueden utilizar, habrá mil y formas más de realizar un plan B efectivo. Todo es apostarle a la creatividad y, sobre todo, positivismo y humanidad.
